martes, 5 de julio de 2011

El Arenal

La Fortuna es una población próxima al Volcán Arenal a la que acudimos aquellos que queremos ver a este gigante. Aquí llegué el 22 de junio y es el lugar donde mas activa he estado y mejor me han tratado. Guardo hacia ellos un profundo sentimiento de gratitud. No se si fueron los astros o que, pero a día de hoy todavía no salgo de mi asombro.

Al bajarme del autobús me asaltaron varias personas de diferentes tour operadores ofreciéndome alojamiento y excursiones, como yo no iba con una idea fija de donde hospedarme les deje que me contaran y se ofrecieron a llevarnos a unos cuantos a visitar varios hostales para ver si nos gustaban, a lo que accedimos encantados. La gente con la que iba se decidió rápido, yo fui algo más pesada queriendo ver los tres antes de elegir, tras marearle un poco al chaval me decidí por el último, pero dada la lata que le había dado me sentí un poco obligada a contratar con ellos alguna excursión (pues el hospedaje es un gancho para captar al turista pero ellos no se llevan comisión) Tras darme mil y una opciones opté por hacer tirolina al día siguiente, dicen que es una de las mas largas con cables de casi un kilómetro de longitud. Ya que estaba les pregunté como podía ir al observatorio para ver el volcán pues me había dicho una pareja de Valencianos que conocí en el Ferry que era el mejor sitio para verlo, pero me comentaron que sin coche hasta allí no se podía llegar pues estaba bien lejos y que un taxi me iba a cobrar una fortuna, que la mejor forma de ir era coger una excursión al volcán que costaba 40$, je, je ya me sabía yo ese truquito de modo que les agradecí la información y me fui a preguntar a otras personas del pueblo... y por desgracia me pase de lista, pues tenían razón. De modo que me fui toda chafada al hotel, pero al rato apareció uno de los de la agencia para decirme que un amigo suyo iba para allá al día siguiente que si quería le llamaba para que me fuera con él. Lo malo es que nos pusimos a hablar y para cuando le llamó al chico no le localizó, así que me dijo que no me preocupara que me fuera con los de la excursión a las 4h de la tarde cuando regresara de la tirolina, que me lo dejaba por 25$ y que no me quedara solo en el observatorio, que me animara al resto de las actividades: senderismo, puentes colgantes, baños de barro y aguas termales pero que por favor no les dijera al resto de los de la excursión lo que había pagado pues le podía meter en problemas.

Tras cerrar el tema de las excursiones decidí que iba a regalarme un bañador, así que me fui a dar un paseo por el pueblo a ver tiendas, entré en la que tenia mayor variedad y después de probarme unos cuantos opté por llevarme un par :o) Al ir a pagar la chica me preguntó que de donde era, que había visitado hasta el momento, etc, y al enterarse de que al día siguiente era mi cumpleaños le falto tiempo para agarrar el teléfono y llamar a dos amigos suyos para que me sacaran a celebrarlo esa noche (ella tenia un bebe y no podía). De modo que me vinieron a recorrer al hotel y me llevaron a un karaoke donde me obligaron a cantar "La Puerta de Alcalá" a probar la cerveza de aquí "Imperial" y a bailar. Lo pasé muy bien!

El día de mi cumpleaños amanecí con un poco de resaca pero muy animada por todo el cariño que me disteis y por el día tan movidito que tenia. Desayuné y me fui directa al canopy dispuesta a soltar toda la adrenalina acumulada. Nos subieron con un tractor hasta lo alto de una montaña y nos dejaron frente a una torre altísima de unos 100 escalones. A medida que iba subiendo notaba que me iba poniendo mas y mas tensa y como empezaba a entrarme un vértigo tremendo, no veáis que susto tenía encima, pero lo peor fue cuando llegué arriba y vi la pendiente, la cuerda y la copas de los árboles debajo de mi, aquí si que ya me cague! Me agarré con ambas manos a la barandilla y dije que de ahí no me soltaba. Los chicos casi ni podían ponerme el equipo, una vez lo hubieron conseguido (no se como) llegó el momento de las explicaciones: ponte así, no te gires, frena de esta manera... pero yo no oía nada, solo pensaba: "no salto ni loca" Finalmente y por no montar el numerito le pedí al monitor que por favor por favor saltara conmigo, y que además me tenia que dejar gritar... y mucho! Me dijo que sin problemas, me colocó delante de él y sin darme tiempo a pensar saltamos. Uf, una vez pasado el susto inicial y viendo que seguía viva me relajé un poco pero aun así le pedí que también saltara la segunda tirolina conmigo. Los siguientes cuatro cables los hice yo solita, vaya pasada. Al final quería mas :o)

 

Cuando acabamos fui a visitar el ranario que tenían en el mismo recinto y Merlin, uno de los instructores de la tirolina, un indígena Maleku, se ofreció a acompañarme y menos mal que lo hizo pues estos animales no son nada fáciles de encontrar sin la ayuda de un ojo experto. Me mostró los dos tipos de ranas venenosas que los indios usaban antiguamente para envenenar sus flechas y buscó a la famosa ranita de CR (Leaf Frog), que es nocturna y la tuvo que despertar a la pobre para enseñármela. En la posición de reposo son casi imposibles de ver pues se camuflan perfectamente con las hojas. Al ser un gran conocedor de la naturaleza sabia como manejarla y me la dejó coger a mi también. Son monísimas! 

En mi tercer día y a pesar de que varias personas me habían advertido que no era nada fácil llegar y mucho menos regresar por mi cuenta sin coche, decidí aventurarme e ir a Río Celeste a unos cuantos kilómetros de La Fortuna. Me levanté prontito y cogí un autobús hasta Catira el pueblo más cercano, le pedí al conductor que me avisara cuando llegáramos pues no sabia cual era la parada, me preguntó si iba a Río Celeste y al enterarse de que así era llamó a sus padres pues vivían por la zona y les preguntó que tiempo hacia y si había pronóstico de lluvia, pues por lo visto el día anterior había llovido a mares, colgó y me confirmó que el tiempo era estable. Me paró en el pueblo, me recordó el horario del último autobús para que no lo perdiera y me deseo que tuviera un buen día. Al llegar al pueblo, por llamarlo de alguna manera, pues eran cuatro casas y un supermercado, busqué con la mirada un taxi que me llevara a la entrada del parque nacional a unos 15km por una carretera destartalada y llena de baches pues no había ningún otro transporte que te acercara hasta allí. Al no ver ni un alma en el pueblo me acerqué a preguntar en el supermercado, allí me recibió la pareja de propietarios de lo mas amablemente y se ofrecieron a llamar a un taxi para que me viera a buscar, es más, llamaron a un par de ellos para ver cual me hacia mejor precio y apalabraron con uno de los taxistas que viniera a por mi ahora y que me fuera a recoger de nuevo a las 14.30h para traerme de vuelta al pueblo a coger el autobús, mientras esperaba a que llegara el taxi me regalaron un monedero de CR para que me acordara de ellos y me dieron su teléfono por si el taxista no se presentaba a recogerme que les llamara y subirían a buscarme en moto.
 
Una vez en el Parque del Volcán Tenorio, donde está el río compré la entrada e inicie el ascenso hacia los teñideros que era lo que me habían recomendado que viera primero. La subida hasta allí fue una auténtica gincana, deberían darte una medalla al llegar! Como el día anterior había llovido mucho el camino de tierra era una auténtica pista de patinaje, esto sumado al hecho de que el sendero estaba lleno de piedras sueltas, enormes raíces, cuestas tan empinadas que te tienes que ir apoyando en las rodillas para impulsarte y descensos en los que hay que agarrarse a lo que puedas para no caer de bruces, sin olvidarse de los dos troncos volcados sobre el río que había que pasar haciendo equilibrios, pero lo cierto es que todo esto hacia el camino mas entretenido y la visión al llegar no desmerecía el esfuerzo. Al igual que vosotros yo tampoco sabia que eran los teñideros ni que esperarme, y resulta que es el punto donde el río se une con los gases que emite el volcán y lo tiñe de azul. Si os fijáis en la primera foto, vereis una franja blanca mas o menos hacia la mitad, a la izquierda el río está de un color natural y a partir de la linea blanca se vuelve azul, esta es una fisura en la corteza terrestre por donde se desprende carbonato de calcio y azufre que al entrar en contacto con el agua hace que se torne celeste.

De regreso paré en la catarata, otra maravilla! y allí vi a un grupo de inglesas que se estaban bañando en la poza mientras su guia las esperaba, este al verme llegar me preguntó si había venido sola y como pensaba volverme, le conté que había quedado con un taxista en que me recogiera y luego tomaría dos autobuses para llegar hasta La Fortuna y el me contestó que precisamente iba para allá con las chicas y que tenia sitio de sobra en la furgoneta que me llevaba encantado y así lo hizo y no me dejo pagarle ni siquiera una propina (por supuesto al taxista le llame para cancelarle :o)

La tarde antes de partir, me pasé a despedirme de la chica de la tienda y de los de las excursiones para agradecerles a todos ellos su amabilidad y Claudia me ofreció ir a su casa para tomarme una copa con ella pero decliné la oferta pues estaba muy cansada y los chicos del tour me regalaron el billete "jeep-boat-jeep" hasta Monteverde alegando que ya era como de la familia !!!

Para los que piensen que esta actitud tuvo algo que ver conmigo os diré que ninguno de ellos estuvo conmigo más de un par de minutos antes de ofrecerme su ayuda.

Nota.- En la reserva del Volcán Arenal había una leyenda que me encantó y me gustaría compartir con vosotros: "Leave nothing but footprints. Take nothing but pictures. Kill nothing but time"

2 comentarios:

  1. El día de tu cumple no permitió que no lo pasaras chupi.
    Sí que es curioso el cambio de color del río...
    Por cierto, hay otra foto del río que no te deja ampliarla.
    Verdaderamente,la Leyenda es muy propia de alguien que ama la Naturaleza.
    Sigue así, eco-periodista....

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  2. Jo, Irene, no me canso de leerte y releerte; es que esta entrada es una de mis favoritas :-) Es todo tan emocionante!! Y me alegro tantísimo de que estés disfrutando así; Te lo mereces!!

    Un beso enooooorme,

    María Lujo.

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